Bodega Teho fue la piedra fundadora del sueño de Jeff y Alejandro. En La Consulta y Altamira, nació Bodega Teho.
Después de plantar el viñedo Toko en Altamira, Alejando y Jeff con todos los ahorros que tenían a disposición compraron una pequeña finca en La Consulta, que había estado abandonada pero que guardaba a su parecer un tesoro. Lo nombraron Tomal y tenia antiguas plantas de malbec que habían sobrevivido al abandono con una diversidad sorprendente de suelos, durante seis años Alejandro ha estado recuperando, estudiando y aprendiendo de ellas.
Teho, del viñedo Tomal en La Consulta que significa “sangre de la tierra” en lengua Huarpe y Zaha, del viñedo Toko de Altamira, que significa “corazón” fueron en un principio dos malbec co-fermentados con una pequeña proporción de Cabernet Franc y Petit Verdot, resultados de un gran rompecabezas de microvinificaciones que intenta atrapar las sutiles diferencias de los suelos arenosos, arcillosos, pedregosos que se encuentras en esa pequeña proporción de tierra.
Bodega Teho es sin duda un sueño hecho realidad que nació de la pasión de Alejandro por Altamira y del entusiasmo que han sabido contagiar a su pequeño equipo de trabajo. Vinos diferentes que conquistan el gusto de quienes los prueban.
Trabajan con alta densidad de plantación (7000 plantas por hectárea) para lograr rendimientos pequeños de un viñedo relativamente joven. Tenemos los lotes identificados según su composición de suelo. Los mismos se micro-vinifican según las distintas fechas de cosecha y el perfil de cada etiqueta a desarrollar. Su sistema de conducción es de espaldero, con orientación noroeste.